Lila ama a su perro Lucy. Y Lila acaba de descubrir ¡que puede abrazar a su perrito preferido! ¡Viendo su alegría creciente es puro deleite! ¡Los bebés son una bendición de Dios!
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…