Este pequeño se subió al escenario con un compañero más del doble de su estatura pero aun asi no dejo de impresionar a todos los presentes con su agilidad y manera de mover los pies con tanto ritmo y coordinación.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?