Este músico quería ensayar en frente de un público y decidió que estos 2 mejores amigos de más de 40 años serían el público perfecto. ¡Pero no tenía idea de que iban a responder de esta manera! ¡Mucho mejor que mil aplausos!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.