Después de haber cometido una travesura, éste perrito se quedó sin poder esconder la evidencia de sus acciones… El pobre no pudo hacer nada mas que no mirar directamente a los ojos de su dueña.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…