A veces no es fácil tratar con el silencio, especialmente cuando queremos una respuesta inmediata y clara. A veces Dios responde en silencio y a veces nos deja pensar para que podamos entender su respuesta y confiar en su fidelidad.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…