A veces no es fácil tratar con el silencio, especialmente cuando queremos una respuesta inmediata y clara. A veces Dios responde en silencio y a veces nos deja pensar para que podamos entender su respuesta y confiar en su fidelidad.
¿Cómo sabemos cuándo tenemos suficiente fe para despejar cualquier duda? Muchas veces medimos nuestra fe por lo que hacemos, pero: ¿es válido medir así?...