Cuando esta bebé de 2 años de edad cayó de un edificio de 5 pisos, un grupo de repartidores milagrosamente estaba allí para atraparla. ¡Gracias a Dios por estos hombres valientes!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.