Esta familia se tomó la misma foto una vez cada año por 23 años seguidos para ver como pasan los años delante de sus propios ojos y para ver el crecimiento de su hijo y el de los mismos padres.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…