Aunque esto perritos necesitan de una silla de ruedas para caminar, no dejan de disfrutar de un buen tiempo en la playa con el mar, la arena, las olas y por supeuesto sus amigos.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?