A la llegada de su arribo este capitán de la fuerza aérea quiso regalarle una sorpresa a su hija en la escuela. La pequeña niña no pudo creer lo que vio y su forma de abrazar a su papá es hermosa. Que bonita bendición para ellos dos!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?