Estos hombres saltaron a la acción cuando se percataron de que había un indefenso perrito atrapado entre unas ramas en medio de un río. Asi que trabajando en equipo pudieron bajar un puente y rescatar al indefenso cachorro. !Que buenos samaritanos!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.