Este pequeño bebé se las arregla de una manera muy audaz para bajarse de la cama sin lastimarse. Muchos otros bebés hubieran llorado, para que alguien los baje de la cama, pero no a este pequeñito.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…