Todos los estudiantes de esta escuela se unieron para realizar el ritual tradicional Neozelandés conocido como “Haka” para despedir por última vez a su difunto maestro quien llegó por última vez a la escuela en un carro fúnebre.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?