Estos soldados estaban comiendo tranquilamente cuando de repente uno de ellos empezó a moverse. Lo que acontecio despues me hizo sonreír. Fue algo inesperado!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?