Denise se desmayó conduciéndose a sí misma al médico. Pero Dios había puesto un ángel de la guarda en forma de un conductor de autobús. Él se encontraba en el lugar correcto y al momento adecuado. Cuando vio a Denise él pensó rápidamente y saltó a la acción. ¡Tiene que ver esta historia de rescate increíble!