En su último día de trabajo en el parque de animales, este hombre recibió un poco de amor de estos pequeños cachorros de león como despedida. ¡Van a echar de menos a su entrenador!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?