Este gatito llamado Diego, se fue a pasear a la playa junto con su familia y no dejo que el agua lo intimidara mucho, al contrario se metio a nadar para la sorpresa de todos los que lo veian. La reacción de las personas grabandolo lo dice todo.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?