Este es uno de los coros que casi nunca se oyen a menos de que visites una granja. Todas estas ovejas no paraban de arremedar al señor cada vez que él hacia un ruido.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…