Este criaturita demuestra que toda creación de Dios es hermosa, este zorrito se encontró un trampolín y no pudo resistir jugar un rato mientras lo grababan desde la casa.
Si tú pudieras explicarle al polluelo que un día verá todo esto con sus pequeños ojos y que podrá volar con sus pequeñas alitas, tampoco lo creería. Igual sucede con muchas personas que no creen en lo que está por venir en esa vida futura, todo porque están envueltos en su cascaron terrenal.