Este criaturita demuestra que toda creación de Dios es hermosa, este zorrito se encontró un trampolín y no pudo resistir jugar un rato mientras lo grababan desde la casa.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?