Dicen que los pulpos pueden comprimir sus cuerpos en espacios muy reducidos porque no tienen huesos, pero los perritos si tienen huesos y aún así este pequeñín logro escaparse por debajo de la puerta.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?