Los turistas en Washington DC fueron sorprendidos por algo maravilloso. Hombres y mujeres de las fuerzas armadas aparecieron de repente para dar una presentación que nadie olvidará.
El Señor Jesucristo rodea a todos los creyentes con su presencia (Sal. 119:151). Cuando usted tiene un pensamiento, el Señor está cerca para leerlo; cuando usted ora, el Señor está cerca para oír la oración; cuando necesita su fortaleza y su poder, Él está cerca para darlos.