Este niño creció resintiendo el desempeño de su padre en su vida laboral sin saber que en realidad lo que el señor hacía era mucho mas importante de lo que la gente pensaba.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.