Maisie vivía en el estacionamiento de una area industrial donde gente bondadosa le daba de comer, pero no era suficiente así que llamaron al equipo de “Paws for Hope” quienes le proporcionaron ayuda y le restauraron su confianza en la gente.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…