Este joven músico toca en el metro de Paris para ayudarse un poco financieramente, pero este día en particular un hombre que pasaba por la estación le ayudó improvisadamente con su armónica!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.