La pequeña Brooklyn tiene una de las risas más contagiosas que puedas oír. En este video la pequeña no puede dejar de reír al ver que su papá está jugando con la comida a la hora de la cena.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.