Lila ama a la perrita de sus abuelos “Lucy” y apenas acaba de descubrir que la puede abrazar todo el tiempo y ahora no puede dejar de hacerlo, de la misma manera que nosotros no podemos dejar de veras juntas.
¿Cómo sabemos cuándo tenemos suficiente fe para despejar cualquier duda? Muchas veces medimos nuestra fe por lo que hacemos, pero: ¿es válido medir así?...