Este perrito tiene unos muy buenos modales y esta conciente que poder tener acceso a un plato de comida es una bendición, por lo que se toma un momento antes de cenar para dar gracias.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?