El Señor y la Señora Whitaker han estado casados por 66 años. Y aunque este esposo amoroso está hospitalizado, usa su poca fuerza para cantar a su esposa. ¡Es tan dulce!
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…