Este hombre padece de una ligera discapacidad pero eso no tiene nada que ver con la gran amistad que sus pequeños cachorros le demuestran. Las verdaderas amistades perduran a pesar de cualquier obstáculo.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…