Este pequeño gatito disfrutaba de su postre favorito y no quería dejar de comer hasta que se lo acabara todo… mira sus ojos que atentos están y su lengua no deja de probar… jajajajaja
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?