Este hombre vio una jaula llena de pavos y no dudo en imitar el particular ruido que carateriza a estas aves. La sorpresa fue que después de hacer el ruido, todos los pavos empezaron a contestar emitiendo el mismo sonido.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…