Perder una pierna podría ser detrimental para la salud mental de toda persona, especialmente para un bailarín, pero este muchacho no dejó que eso fuera un obstaculo y al contrario baila como solo los mejores pueden hacerlo.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…