Perder una pierna podría ser detrimental para la salud mental de toda persona, especialmente para un bailarín, pero este muchacho no dejó que eso fuera un obstaculo y al contrario baila como solo los mejores pueden hacerlo.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?