No se que fue más adorable, cuanto apretó sus ojos o su expresión de mucha emoción and decir “Amén”. Lo que sí sé es que la oración de esta bebe me derritió el corazón.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?