Mientras jugaba por la casa esta cacatúa se encontro con un nuevo amiguito, el ave no pudo contener sus ansias y su emocion al ver y jugar con el aunque solo sea un juguete.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?