Este momento compartido entre Koko el gorila y Robin Williams es un hermoso recordatorio de la alegría que el comediante trajo al mundo. Con su muerte, se nos recuerda que incluso las personas que parecen las más felices pueden luchar con el demonio de la depresión. Si usted o alguien que usted conoce está luchando, por favor busque ayuda. Dios no quiere que luche solo.