Como si no fuera mucho estar dormido todo el día, este gatito consentido recibió una grata sorpresa mientras dormía cuando le empezaron a rascar la barbilla… Tanto le gusto que nisiquiera abrió los ojos solo se acomodo para que siguieran rascandole
¿Cómo sabemos cuándo tenemos suficiente fe para despejar cualquier duda? Muchas veces medimos nuestra fe por lo que hacemos, pero: ¿es válido medir así?...