La perrita Ginger se había extraviado de su casa hace algunos días, pero afortunadamente terminó en un refugio para perros en donde su dueña pudo localizarla facilmente. En el video se puede apreciar lo mucho que la perrita siente la presencia de su deuaña y lo mucho que la extrañaba. Es una prueba de que los perritos sienten la ausiencia tanto como las personas