En este concierto, el músico Coffey Anderson fue acompañado por el bailarín más lindo que jamás hemos visto: ¡su pequeño bebé! ¡Esto tiene que ser el concierto más bello jamás!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.