Cuando caemos en la mentira de que Dios necesita de nosotros, de nuestro tiempo, de nuestra atención, de nuestros diezmos…. todo se sale de perspectiva. Dios anhela estar con nosotros por lo que somo para Él, no por lo que le podamos dar.
Estas cinco palabras cuentan la verdad de nuestra fe. Si confiamos en lo que creemos, podremos ser una luz para los demás, inclusive ante la amenaza de dolor....