Canyon, el cachorro ovejero, no es cualquier pastor. Es un pastor de patos en su propia lavandería…¡y su determinación me hizo reír! Qué puede ser más importante en la vida que un juguete favorito. ¡Me fascinó la música también!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?