Este grupo de muchachos decidió no dejarse influenciar por malas compañías en las calles y en lugar se pusieron a hacer ejercicio y acrobacias que desafian la gravedad.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?