Este grupo de muchachos decidió no dejarse influenciar por malas compañías en las calles y en lugar se pusieron a hacer ejercicio y acrobacias que desafian la gravedad.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…