Con Diseño Divino

Lysa TerKeurst

 “Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales.” Efesios 6:11-12 (NVI)

Lectura:

La mayoría de los días me levanto sintiéndome bastante feliz. No es que ande de humor para una fiesta, pero generalmente no me siento enojada cuando me levanto. Me despierto y las cosas se ven bien, balanceadas, frescas y llenas de posibilidades. Y entonces, inevitablemente sucede algo que choca contra mi felicidad.

Un drama madrugador de parte de alguien en mi familia. Es impresionante lo que un día de cabello indomable puede hacerle a la actitud de una adolescente.

O alguien olvidó algo para la escuela. Y entonces quieren que de repente su irresponsabilidad se vuelva mi urgencia.

O un correo electrónico de parte de alguna persona que claramente encuentra placer tratando de hundir a los demás.

O yo calculo mal el tiempo y de pronto ando a la carrera, de prisa y estresada.

O mi esposo, Art, cambia el termostato del aire acondicionado de la casa y baja la temperatura a 68°F y yo no dejo de temblar hasta que la temperatura se acerca a los 72°F. ¡Es increíble cuánta diferencia hacen cuatro grados!

Muchas cosas pasan, cosas que chocan contra mi felicidad. Y de pronto me encuentro fuera de balance y un poco menos amable.

¿Te suena familiar?

Bueno, yo estoy aprendiendo más sobre la perspectiva que necesito tener cuando las cosas se topan contra mi felicidad. En ese momento, Satanás está tramando algo para que yo le ayude. Si él me puede empujar hasta el punto de que yo reaccione con enojo, es como encender una chispa cerca de un charco de gasolina.

Aún la chispa más pequeña puede iniciar un gran fuego. Y este fuego se extenderá y se sentirá mucho más grande de lo que merecía la situación inicial.

Considera, por ejemplo, la discusión sobre la temperatura del aire acondicionado de mi casa.

Debió haber sido una simple discusión sobre el termostato. Pero agrégale un poco de enojo y de pronto las ideas en mi cerebro escalaron al punto de que ya estaba por convencerme a mí misma de que mi esposo Art era completamente insensible y que no se preocupaba por mí en lo más mínimo.

¿Estaba en lo cierto? Por supuesto que no. A él simplemente le gusta estar en su casa sin tener que estar sudando. Y claro, nosotros podríamos haber llegado a un acuerdo mutuo sobre la temperatura, o yo podría haberme puesto unos calcetines y una sudadera.

Pero en su lugar, cuando él choca contra mi felicidad, a veces se genera una “oportunidad para crecer” que nos deja sintiéndonos un poco escaldados.

En otras palabras, yo caigo en el juego que el Satanás tramó y lo ayudo a lograr su objetivo. Recuerda, justamente el nombre de Satanás significa “el que lanza algo entre dos personas, causando una separación”.  Puede ser una cuestión de la temperatura, el estar apretado en las finanzas, un comentario malinterpretado, o una de las millones de cosas pequeñas que pueden chocar contra nuestra felicidad… pero tenemos una opción.

Podemos elegir caer en las trampas del enemigo y permitir que funcionen sus esfuerzos para separarnos de lo mejor que Dios tiene para nosotros. O podemos elegir luchar por nuestras relaciones y en contra de los intentos de Satanás por separarnos.

Cuando pienso en estos términos, me ayuda a identificar el verdadero enemigo.

Mi verdadero enemigo no es ninguna de las personas que se topan contra mi felicidad. Mi verdadero enemigo es aquel que trata con todas sus fuerzas de llevarme a un estado de mal humor y a ayudarlo a destruir todo lo que yo amo.

Sabiendo que necesito una estrategia contra estos ataques, me refugio en la sabiduría que he encontrado en Efesios 6:11: “Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.”

Así que, es mejor que Satanás retroceda y se vaya. Yo sé de sus artimañas. Él es mi enemigo, no las otras personas.

Y ahora tengo un plan totalmente nuevo para cuando alguien o algo choque contra mi felicidad, empezando con cosas prácticas.  Voy a encontrar el par de calcetines y una sudadera para ponérmelos en mi casa que a veces es una cueva de hielo.

Amado Señor, a veces mi felicidad se ve truncada y mis emociones pueden más que yo. Ayúdame a reaccionar de manera que te honre a ti en vez de reaccionar de forma que aliente los planes de Satanás. En el nombre de Cristo Jesús, Amén.

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Nuestros recursos

Más que apariencias: estudio en línea por Wendy Bello basado en el libro de Lysa

Reflexionar y responder:

¿Qué se atraviesa en tu felicidad y te hace sentir fuera de balance?

¿El darte cuenta de que no es sólo que tú te sientas atropellada, sino que es un truco de Satanás para separarte, puede darte una perspectiva diferente?

Versículo poderoso: 

Santiago 4:7, “Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.” (NVI)

© 2013 de Lysa TerKeurst. Todos los derechos están reservados.