Este grupo de bomberos acudió a la ayuda de una casa envuelta en llamas causadas por un incendio. El padre del hogar se encontraba en el techo de la casa cuando de repente el bebé salta por el techo y es atrapado por uno de los bomberos.
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.