Este cachorro se llama Hamilton y le encanta que le acaricien el estomago, así que cuando su dueño pára de acariciarlo Hamilton rápidamente le rasca la mano y le pide que siga con las caricias.
¿Qué lo motiva a usted? ¿Qué ocupa su energía, domina su tiempo y lo hace funcionar? El apóstol Pablo da testimonio de lo que lo impulsaba y es un ejemplo para todo cristiano...