¡Parecía que este ALCÓN lo iba a atacar! Puso en él la mirada, y después se lanzó al aire en toda su magnificencia! En ese momento los dos, humano y ave, tuvieron que hacer una decisión. Señor, enséñame, como este magnífico pájaro, a tener MANSEDUMBRE: Poder bajo control. ¡Me sujeto a Ti!