Estas madres estuvieron al lado de sus hijos toda su vida con sacrificio y nobleza. Y triunfaron con toda victoria de sus hijos, fuera grande o pequeña. ¡Tuve lágrimas!
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?