El deseo de la pequeña Alyssa se hizo realidad en Disneyland. Blancanieves la llevó al pozo de los deseos y después de pedir el deseo con los ojos cerrados pudo ver a su papá vestido de príncipe. Una sorpresa verdaderamente conmovedora!
Abandonado a su suerte, el hombre se destruirá a sí mismo yendo tras placeres y deseos egocéntricos. Dios tiene un plan mejor para nosotros: dirigirnos hacia la libertad perfecta en Cristo, guiados por su tierna mano. Cuando nos desviamos, Él aprieta su mano y nos hace volver al buen camino.