A pesar de su gran tamaño este caballlo tan gentil se deja llevar por todo el establo guiado por una dulce y simpática bebita que no deja las emociones de lado y con todas las energías del mundo dirige al caballo.
Como seguidores de Cristo y creyentes de Sus promesas a menudo dejamos de concentrarnos en JESÚS y en cambio nos concentramos en nuestras presentes circunstancias. Queremos caminar por fe pero eso puede ser un largo camino…