La vida en las calles es muy dura y solitaria, pero que bueno que hay gente solidaria y altruista que piensa en ayudar a los mas necesitados sin pedir nada a cambio. ¡Mira esta gran sorpresa!
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…