Estas mujeres se sorprendieron cuando el espejo del centro comercial, empezó a hablarles ¡y con las caras de sus seres queridos! ¡Cada mujer es hermosa! Lágrimas tiernas.
Si puso tanto cuidado en cada uno de nosotros, y si aún los detalles que parecen insignificantes para nosotros, Dios los conoce y no pasa nada por desapercibido, ¿por qué creer que no le importamos o que tiene cosas más importantes que atender?