Todos los trabajadores de esta tienda de instrumentos tomaron una pequeña pausa para ver lo bien que esta señora, ya mayor, hacía cuando se sentó a la batería y comenzó a tocar como toda una profesional.
Muchas personas creen equivocadamente, que aun viviendo una vida disoluta y alejada de lo que Dios dice en sus mandamientos, al final él igual va a perdonarlos. Pero, pensar así, es una falta total de responsabilidad. Por otro lado…